Las empresas trabajan en la prevención de enfermedades y en la mejora del bienestar animal a través de programas sanitarios que promueven la vacunación de los animales, el uso responsable de los medicamentos veterinarios, los controles veterinarios periódicos o la formación, entre otras muchas medidas dirigidas a ofrecer las máximas garantías a los consumidores.
Con carácter general, las empresas tienen protocolos con normas de bioseguridad y de condiciones higiénicas para asegurar la calidad de los alevines y semillas, la calidad de las aguas y que el material empleado y los métodos de trabajo causen el mínimo daño y estrés a los individuos.